“A PRUEBA DE TODO” By Legacy Of Blood

Cierto día mientras miraba televisión en la tv pantalla plana de un chupadero del centro de san salvador y como no había ningún partido de futbol importante que ver, la chica que servia en aquel lugar puso el canal “discovery channel” y en ese momento estaban dando un programa llamado “a prueba de todo”. En este programa un cerote masoquista es lanzado a los lugares mas refundidos del mundo, desde áridos desiertos hasta selvas desconocidas, pasando por cuevas llenas de alimañas, pero un pensamiento surgió inevitablemente en mi mente, ¿Qué haría este maje si lo vinieran a tirar al centro de san salvador durante una semana completa?, pues veamos entonces los peligros reales a los que los salvadoreños nos enfrentamos a diario y a los que este gringo disque experimentado se enfrentaría también:

1-     Tomar el bus en cualquier parada a plenas 7 de la mañana: primero tendría que encontrar donde esta ubicada la parada, mamado dirán algunos, basta con que busque donde este un vergo de gente apiñada, pues no es tan fácil, si el tipo esta en pleno centro capitalino, hay gente apiñada a toda hora y en todas partes, por lo cual ni con el GPS mas avanzado el gringo podría dar con la parada de buses (cabe aclarar que el desorden en el centro capitalino no ha sido solventado por el alcalde Super Norman porque en las tuberías de aguas sucias hay kriptonita).

2-     Subirse en alguna ruta (como la 2C o la 44): Suponiendo que algún salvadoreño medio le entendió a este gringo que quería subirse a un bus y le dijo donde estaba la parada, ahora le viene encima una prueba física sin precedentes. Este hecho ha sido estudiado por científicos de la NASA, ya que viola principios físicos y espacio-temporales; ¿Cómo diablos caben 200 personas en un bus con capacidad para 75 pasajeros?. Pues bien el tipo “a prueba de todo”, una vez dentro del bus, sufriría presiones similares a las que son sometidos los astronautas durante sus entrenamientos espaciales, sin mencionar las sustancias químicas que son expelidas por mas de algún pasajero que desayuno frijoles o en el peor de los casos no ha desayunado (los pedos en ayunas apestan mas).

3-     Sobrevivir al viaje en el bus: Además de lo antes mencionado, el autobús presenta muchos mas peligros que pueden variar entre un bolo que se suba a hacer desvergue al bus, una maitra con un bicho tierno que lo lleva al Bloom y que te eche una “Güitriada” encima, un marero bien pedo que se suba a pedir colaboración “voluntaria”, uno o varios mañosos que se pongan a bolsear a medio mundo, etc. Estos peligros pueden presentarse solos, combinados o permutados en diferentes órdenes durante el trayecto del bus.

4-     Almorzar en el centro: prueba fácil para cualquier salvadoreño, basta con pedir un pan “saca pedos” de la calle y una bolsada de horchata para que baje. Pero este individuo “a prueba de todo” que ha comido hasta de animales muertos, nunca se ha enfrentado a los gérmenes guanacos, por lo que lo mas probable es que sucumbiría ante una diarrea de proporciones bíblicas que lo incapacitaría varios días para continuar con su recorrido.

5-     Recorrer colonias como la “tutunichapa”, “las palmas” y el centro de “Soyapango”: Sitios donde solo los verdaderos héroes se atreven a entrar y muchos otros aun más valientes a vivir. Despiadados lugares donde hiede a muerte en las olvidadas champas sin ley. Lugares donde los mareros y delincuentes variopintos colocan su base de operaciones, lugares olvidados por ciberyahvé desde su version 2.3, y donde ni el famoso cyberDabuisson se atreve a entrar. En estas colonias el “a prueba de todo” se enfrentaría a las mas variadas armas y técnicas de sumisión, encontraría desde trabucos, pechetrinas y corvos, hasta lanza cohetes de los que uso Rambo para bajar el helicóptero enemigo en “Rambo 2”. Por mas entrenamiento militar que posea el “a prueba de todo” no podría hacerle frente a técnicas maestras del ninjutsu como “el puyon sensei” (técnica que fue la real causante de la muerte de kenshin himura), “la carrera de mico”, “la chapina” y muchas otras que requieren de años de entrenamiento y experiencia.

En conclusión, el cerote autoflagelante  de a “prueba de todo” no sobreviviría a todas estas pruebas a las que a diario debe enfrentarse cualquier salvadoreño común,  por lo que cabe aclarar que cualquier entrenamiento militar y de supervivencia que ese maje pueda tener, nosotros nos lo pasamos por los huevos y por consiguiente solo nosotros merecemos ser llamados “A prueba de todo”.